Aunque parezca mentira en noviembre de 2017, Ivone Martins comenzó a construir una casa hecha con un material poco común: botellas de vidrio recicladas. Tras encontrar grandes cantidades de estos recipientes sin reciclar en el área donde vive, decidió dar un uso alternativo con el fin de contribuir a sostener el medioambiente.

El domicilio cuenta con unas dimensiones de tres metros de alto, nueve de ancho y ocho de largo. Se encuentra en el estado de Sao Paulo (Brasil) y se ha convertido en toda una atracción turística. No te pierdas el vídeo